En mi lectura espiritual del día he tropezado con unas líneas que me gustaría compartir con todos los seguidores del blog. No son más que una forma de decir gracias a estos dos santos varones , que nos están alimentando y mimando desde primeros de año. "Por eso vemos en algunos hombres santos una bondad y una ternura, un cuidado verdaderamente materno por las almas a ellos confiadas. Así el seguimieno de Cristo lleva a desarrollar en plenitud la originaria vocación humana: ser verdadera imagen de Dios; imagen del Señor de lo creado, conservando, protegiendo e incrementando a toda criatura que se encuentra en su propio ámbito, imagen del Padre, engendrando y educando -a través de una paternidad y una maternidad espirituales- hijos para el Reino de Dios".Edit. Palabra, Madrid 1998. Amelia
Muchas gracias, Amelia. La verdad es que para nosotros, preparar este blog, está siendo una forma de mantenernos en tensión espiritual, y de anunciar desde el retiro de nuestra vida monástica la Buena Noticia de nuestra salvación. Al borde de la Cuaresma, felices días de preparación para la Pascua.
En mi lectura espiritual del día he tropezado con unas líneas que me gustaría compartir con todos los seguidores del blog. No son más que una forma de decir gracias a estos dos santos varones , que nos están alimentando y mimando desde primeros de año.
ResponderEliminar"Por eso vemos en algunos hombres santos una bondad y una ternura, un cuidado verdaderamente materno por las almas a ellos confiadas. Así el seguimieno de Cristo lleva a desarrollar en plenitud la originaria vocación humana: ser verdadera imagen de Dios; imagen del Señor de lo creado, conservando, protegiendo e incrementando a toda criatura que se encuentra en su propio ámbito, imagen del Padre, engendrando y educando -a través de una paternidad y una maternidad espirituales- hijos para el Reino de Dios".Edit. Palabra, Madrid 1998.
Amelia
Muchas gracias, Amelia. La verdad es que para nosotros, preparar este blog, está siendo una forma de mantenernos en tensión espiritual, y de anunciar desde el retiro de nuestra vida monástica la Buena Noticia de nuestra salvación.
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